miércoles, 29 de junio de 2016

Sin precursores químicos no hay drogas.



El tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas es uno de los mayores problemas que en la actualidad afecta al mundo. Con excepción de la marihuana, ninguna de las otras sustancias psicoactivas pueden producirse sin la ayuda de sustancias químicas. 
Dichas sustancias, en la mayoría de los casos, tienen usos legítimos científicos e industriales, lo cual facilita que puedan ser adquiridas en el mercado con fines ilícitos.
Es necesario hacer referencia a dos tipos sustancias empleadas en la elaboración de estupefacientes y sustancias psicotrópicas (que componen el listado de precursores químicos).
Uno de ellos es el precursor químico propiamente dicho, que se define como una sustancia que puede utilizarse en la producción, fabricación y/o preparación de estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sustancias de efecto semejante y que incorpora su estructura molecular al producto final, por lo que resulta fundamental para dichos procesos.
El otro tipo son los químicos escenciales que se definen como una sustancia que si bien no son precursores químicos, tales como solventes, reactivos o catalizadores, pueden utilizarse en la producción, fabricación, extracción y/o preparación de estupefacientes, sustancias psicotrópicas o sustancias de efecto semejante.
Ahora bien, en Argentina no existe tal diferenciación técnico-química y nuestra normativa llama precursores químicos a ambas categórías, no existiendo un listado de químicos escenciales en las normas nacionales.
Es así que el control de los precursores químicos tiene como fin último la protección de la salud pública y su control resulta necesario, no solo para preservar la salud de la población, sino para evitar que la actividad delictual consistente en el tráfico hacia canales ilícitos, encuentre un nicho propicio en nuestro país.
Todos aquellos que se dedican a comerciar u operar en alguna forma con sustancias químicas controladas conocen perfectamente los usos lícitos de dichos insumos. Ahora bien, es posible que desconozcan cuáles son los usos ilícitos que las organizaciones criminales les otorgan a fin de fabricar estupefacientes con ellos.
El hecho de conocer cuáles son los usos ilícitos que pueden tener los precursores con los que diariamente trabajan las empresas que están debidamente inscriptas por ante el Registro Nacional de Precursores Químicos perteneciente al Ministerio de Seguridad de la Nación, colaborará en la concientización de la importancia del control.
Es por ello que intento explicar sucintamente y de manera general cuales son los precursores químicos invlucrados en la producción y fabricación de ciertos estupefacientes.
COCAÍNA
Respecto de la producción del clorhidrato de cocaína, se pueden utilizar las siguientes sustancias químicas: kerosene, gasolina u otros solventes orgánicos parecidos; álcalis, por ejemplo, carbonato de sodio, potasio o calcio, hidróxido de sodio u óxido de calcio; ácidos por ejemplo, el sulfúrico, entre otras.
HEROÍNA
Si bien en nuestro país no se sintetiza heroína, es importante conocer cuáles son los precursores químicos necesarios para su fabricación. Algunas de las sustancias químicas que a continuación se detallan son las necesarias para la producción de heroína, óxido de calcio (cal viva), hidróxido de calcio (cal apagada), hidróxido de amonio (solución acuosa de amoníaco o agua amoniacal), cloruro de amonio o de acetilo, entre otras.
ANFETAMINA Y METANFETAMINA:
A diferencia de la cocaína y la heroína, la anfetamina y metanfetamina se producen solamente por medio de síntesis químicas, es decir sin presencia de sustancias vegetales.
Hay una gran variedad y número de síntesis que sirven para la elaboración de anfetamina y metanfetamina.  Sin embargo, según la información que se pudo obtener de diversas investigaciones, los laboratorios clandestinos solo utilizan unas pocas.  Para la síntesis de anfetamina se suele utilizar 1-fenil-2-propanona (P2P) como materia prima principal. La efedrina,  pseudoefedrina o la 1-fenil-2-propanona son las materias primas principales en la síntesis de uno de los tantos tipos de metanfetamina, que luego es comercializada bajo la denominación comercial “ice” o “cristal”. 
Esas síntesis son sencillas y no requieren equipo muy complejo, ni productos químicos exóticos.  
MDMA (3,4-metilendioximetanfetamina), o ÉXTASIS:
Existen varios modos de sintetizar éxtasis, utilizando distintos precursores químicos,  como por ejemplo, empleando piperonal, isosafrol, o safrol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario