A la confusión mediática y a veces tristemente política, a la que estamos acostumbrados consistente en intercambiar libremente conceptos como sustancias de corte, precursores químicos y estupefacientes, como así también su estatus legal, se suma una nueva.
Esta vez se trata de las NSP o drogas emergentes, tan distintas ellas, comercializadas en cápsulas, pastillas, infusiones, troqueles, líquidos...
Se suma a esta diversidad, el agregado de presentaciones llamativas y atrayentes, con logotipos simbólicos (como superman, Rolex, Rolls Royce, Armani, corazones, smiles, etc.) y formas y colores simpáticos.
Incluso las pastillas de éxtasis o MDMA, como las otras poseen múltiples presentaciones.
Ahora bien, es válido afirmar que dos pastillas solo por ser de diverso color, forma y logo son distintas? O hablamos de la misma droga con distinta apriencia?
Sabemos que los logotipos cumplen la función de hacerlas más atrayentes al consumidor, resultando la mayor cantidad de veces únicamente es un "adorno" que le imprime el fabricante y no tanto una marca registrada que identifique a la organización ni a la droga.
Entonces, efectivamente podemos equivocarnos, por mero desconocimiento y sin mala fe, al afirmar que dos pastillas son dos tipos de una misma droga solo por el hecho de que su apariencia es discímil. Y qué hay si decimos que tenemos 70 pastillas nuevas de éxtasis? No estamos confundiendo al lector? Hay distintos "éxtasis" o distintas presentaciones de la misma droga?
Esta semana se leyeron noticias en más de un medio de comunicación en referencia a la tragedia de la pasada "fiesta" Time Warp en la Ciudad de Buenos Aires, que ilustran lo que intento transmitir.
Qué
importante es que los medios masivos de comunicación comprendan la
enorme responsabilidad social que tiene al transmitir una noticia.