El
cloruro de etilo o cloroetano no es un precursor químico, atento a que
no se encuentra incluido en el listado de precursores químicos del Decreto
1095/96 modificado por el 1161/00, sino que es un estupefaciente para la norma argentina ya que se incluyó en el Decreto 772/15.
El cloruro de etilo se utiliza de manera lícita en la industria como solvente, como refrigerante, en la
producción de etilcelulosa y de algunos medicamentos y como anestésico de uso
tópico. En este caso se aplica como spray directamente sobre la piel.
Ahora bien, desde la esfera ílicita, se trata de una sustancia que combinada con éter
etílico, cloroformo y alguna sustancia perfumada da origen al llamado “lanza
perfume” que posee efectos psicoactivos y que, fuera muy utilizado en los
carnavales de Brasil hasta la década de 1970 en la que fue prohibido en dicho
país.
Asimismo actúa a nivel del SNC produciendo un cuadro de
desinhibición, con falsas percepciones o ilusiones, pensamiento confuso,
somnoliencia y pasado el efecto agudo, perdura una sensación de embriaguez
similar a la del alcohol.
En
cuanto a la forma de presentación del lanza perfume, mayormente se lo encuentra
en fiestas electrónicas en envases de vidrio transparente (similar a un pequeño sifón de soda) con una
válvula plástica verde, amarilla o negra según el grado de concentración.
La cuarta edición del
Manual de Diagnóstico de los Trastornos Mentales identifica 11 grupos de
sustancias psicoactivas capaces de producir abuso y dependencia. Una de esas
categorías es la de las sustancias inhalantes, entre las que incluye al clururo
de etilo o cloroetano.